¿Qué hay de entrar en el camino nuevo y vivo por el mérito de la justicia de Dios?

¿Qué hay de entrar en el camino nuevo y vivo por el mérito de la justicia de Dios?

El escritor de Hebreos expresa su deseo de que sus lectores entren en las bendiciones del Nuevo Pacto: “Así que, hermanos, teniendo confianza para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesús, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre a la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura”. (Hebreos 10: 19-22)

El Espíritu de Dios llama a todas las personas a venir a Su trono y recibir gracia a través de lo que Jesucristo ha hecho. Este es uno de los principales beneficios del Nuevo Pacto que se basa en el sacrificio de Jesús.

El escritor de Hebreos quería que sus hermanos judíos dejaran atrás el sistema levítico y reconocieran lo que Dios había hecho por ellos a través de Jesucristo. Pablo enseñó en Efesios – “En él tenemos redención por su sangre, el perdón de nuestros pecados, según las riquezas de su gracia, que prodigó en nosotros, haciéndonos conocer con toda sabiduría y perspicacia el misterio de su voluntad, conforme a su propósito, que expuso en Cristo como plan para la plenitud de los tiempos, a fin de unir en él todas las cosas, las del cielo y las de la tierra”. (Efesios 1: 7-10)

Este 'camino' no estaba disponible bajo la ley de Moisés, o el sistema Levítico. Bajo el Antiguo Pacto, el sumo sacerdote necesitaba hacer un sacrificio animal por su propio pecado, así como también sacrificios por los pecados del pueblo. El sistema levítico mantuvo al pueblo alejado de Dios, no proporcionó acceso directo a Dios. Durante el tiempo de este sistema, Dios 'pasó por alto' temporalmente el pecado, hasta que Aquel que no tenía pecado vino y dio Su vida.

La vida sin pecado de Jesús no abrió la puerta a la vida eterna; Su muerte lo hizo.

Si de alguna manera confiamos en nuestra capacidad para agradar a Dios a través de nuestra propia justicia, considere lo que Romanos nos enseña acerca de la justicia de Dios: “Pero ahora la justicia de Dios se ha manifestado aparte de la ley, aunque la ley y los profetas dan testimonio de ello: la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo para todos los que creen. Porque no hay distinción: por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso en propiciación por su sangre, para ser recibido por la fe. Esto fue para mostrar la justicia de Dios, porque en su paciencia divina había pasado por alto los pecados anteriores. Fue para mostrar su justicia en este tiempo, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús”. (Romanos 3: 21-26)

La salvación viene solo por la fe, solo por la gracia, solo en Cristo.